Cada semana hablo con compañías que aseguran tener “ambición digital”. Y muchas la tienen… al menos sobre el papel; quieren innovar, competir mejor, estar entre las líderes de su sector.
Sin embargo, la situación cambia cuando hablamos de la IA. Aquí, la ambición se encoge porque solo algunas empresas han entendido que la IA no es una medalla ni una moda; sino un cambio de paradigma en el modelo operativo.
Reimagina, rediseña y construye con ambición digital en la era de la IA
Las compañías que realmente quieren liderar esta nueva etapa ya están trabajando en tres frentes muy claros:
- Reimaginar el trabajo de las personas y los equipos incorporando agentes digitales de IA.
- Rediseñar procesos para liberar al talento humano de tareas que no aportan ningún valor.
- Construir un entorno de colaboración seguro y transparente donde personas y agentes digitales colaboren con claridad, propósito y seguridad.
Hasta aquí, la teoría. Ahora, la realidad.
Casi todas comparten los mismos tres lastres que impiden que cualquier proyecto de IA avance antes de empezar.
- No tienen una visión clara sobre cómo implantar y gobernar la IA, especialmente en privacidad y ciberseguridad.
- Sus datos están dispersos, desactualizados y, por tanto, inutilizables para un agente digital que necesita contexto y precisión.
- Y el más preocupante: en nuestras simulaciones de ataque logramos entrar en los sistemas de empresas sin que su propio servicio de SOC se inmute.
El principal combustible para avanzar es la ambición digital
Solo quienes tienen de verdad ambición digital están preparados para dar el salto que exige la IA y no quedarse mirando cómo otros les adelantan.
En Softeng disfrutamos, especialmente, trabajando con empresas que demuestran verdadera ambición digital en la era de la IA: nos exigen más, nos permiten desplegar todo nuestro potencial y, para qué negarlo, nos hacen pasarlo bien.